Hachís, caballo y cocaína pa’l que compre, pues ya lo dijo Dios “no solo de pan vive el hombre”… esta frase pertenece a una canción del grupo de rock Extremoduro, y es solo un ejemplo de las muchas que hay en la cultura popular alrededor del mundo de las drogas. Y es que las drogas, habitualmente asociadas a círculos de marginación, delincuencia, faranduleo y demás entornos por el estilo que nos podamos imaginar, no siempre han estado asociados a estos ambientes, es más, hubo un momento en el que no solo fueron legales sino que además eran “medicinales”.
Allá por 1898, mientras en España andábamos despidiéndonos de nuestro imperio de ultramar, en Europa la farmacéutica Bayer lanzaba, con 11 días de diferencia, dos de sus productos estrella: la Aspirina y la Heroína. Esta última, bautizada así porque los que la probaron en la fase de ensayo clínico decían sentirse como héroes, cosa que me creo totalmente:
La heroína nacía como remedio a los efectos secundarios de la morfina, es decir, según la publicidad de la época tenía los mismos efectos pero, ojo al dato, no creaba adicción. Con lo que no contaban aquellos químicos era con el metabolismo del hígado, ya que cuando la heroína llega al hígado este la convierte, ta ta ta chán!!! En morfina.
Como todo esto, repito, no era conocido. Bayer lanzó una gran campaña publicitaria de la heroína, en la cual, la anunciaban como el gran remedio para la tos y los resfriados, si si… como lo oís, algo así como “evita la congestión con un buen colocón”, bueno los eslóganes de la época no eran tan así, pero si los vemos ahora nos llevamos las manos a la cabeza:
También tuvo muchos usos del padre de la heroína, es decir, el opio. A parte de los famosos fumaderos de opio que surgieron como setas por las capitales europeas, el opio también se distribuyó en las boticas. Sus propiedades medicinales iban desde la curación del asma, del desamor y hasta quitaba el hambre, lo cual constituye una buena dieta de adelgazamiento y ríete tu de la de la alcachofa, vamos que el opio era lo que viene siendo un remedio para todo. El opio se podía ingerir bebido o inhalando sus vapores “medicinales”:
Pero es que el colmo de los despropósitos con el opio no acaban aquí, ya que si a nuestros bisabuelos sus niños no les dejaban dormir porque lloraban mucho, tenían en el opio el remedio definitivo, ya que se vendían gotas de esta sustancia que se podían administrar a los bebés a partir del “QUINTO DÍA” de vida, eso sí rebajadito con un 46% de alcohol, vamos que si el niño ya no se te duerme con esto que baje Dios y lo vea:
Pero volviendo a la canción de Extremoduro, además de la heroína tenemos la Cocaína. Y es que a comienzos del siglo XX, la cocaína se utilizó mucho en bebidas, la Coca-cola es un buen ejemplo y el más conocido. Pero no solo la "chispa de la vida" sucumbió a los encantos de la sustancia andina, también lo hizo el Vaticano, si si, tal cual. El papa León XIII se aficionó mucho al Vino Mariani, un vino con cocaína que se anunciaba como un gran reconstituyente y magnífico remedio contra la influenza, es decir, la gripe. Tal fue la satisfacción del Santo Padre con esta sustancia que siempre llevaba una botellita consigo, autorizó al fabricante a utilizar su imagen en la publicidad e incluso les concedió una medalla. Si es que ¿habrá alguna cosa que ayude más al misticismo y al contacto con la divinidad que un buen tirito?, perdón, quería decir un buen chupito…
Curiosamente estos vinos con cocaína fueron prohibidos en muchos lugares, no por la cocaína, sino por el alcohol.
Otro gran mal para el que la Cocaína se mostró infalible era el dolor de muelas de niños y grandes y, por si esto fuera poco, se anunciaba como beneficioso efecto secundario que “mejoraba el humor de los usuarios”, algo que yo no pongo en duda:
La cocaína también se utilizó para las afecciones de garganta, así, se recomendaba su uso a cantantes, profesores y oradores en general, y es que seguro que no hay nada como una buena charla si el orador está bien puesto "en la materia":
Y ya para terminar con este paseo por la farmacia de los horrores, nuestros bisabuelos tenían un gran problema en su época, la Viagra no existía. Pero este detalle no era un obstáculo para nuestros aguerridos farmacéuticos de principios del XX, ya que aquella también fue una época de grandes descubrimientos, y uno de ellos fue el Radio, así que, a falta de Viagra unos buenos supositorios de Radio:
¿Y nuestras bisabuelas? Pues ellas también tenías sus cositas con radio como cremas de belleza:
¿Y los niños? ¡Hombre por Dios! ¿Cómo vamos a dejar a los niños sin sus juguetes con radio? O sin su chocolate, eso sería imperdonable:
Y para toda la familia!!! Tenemos una amplia gama de productos con radio como agua y pasta de dientes ¡¡¡que me los quitan de las manos oigan!!! :
Por si alguien lo ignora, le diré que el radio es el elemento químico que dio nombre a la “radioactividad” y es que el radio, es un millón de veces más radioactivo que el uranio y tarda más de 1500 años en “semidesintegrarse”. Vamos, que no sé yo cómo se les quedaría el cuerpo a los usuarios de estos productos, pero seguro que todavía hay más de una tumba radioactiva por los cementerios del mundo.
Fuentes:
La Mazmorra de lo Grotesco, www.fogonazos.es, elpeodigital.blogspot.com, noticiasinteresantes.blogcindario.com, www.orau.org y Wikipedia
23 comentarios:
La botica del Doctor Frankenstein.
Además, a los niños de hace 40 o 50 años nos daban Quina Santa Catalina que "da unas ganas de comerrrr". La España profunda.
Un saludo.
Cayetano... Yo también he conocido la Quina Santa Catalina... jejeje que rica estaba
A saber cuánta mierda nos hemos metido en el cuerpo como cobayas de los experimentos de esos quimicos de "Cheminova". Cuántos mitos de productos que luego eran auténticas bombas contra nuestra salud. Seguro que había mucho de interés empresarial por dentro.
Saludos.
Pues efectivamente Juan lo que hemos tragado, lo que estamos tragando y lo que nos queda por tragar... y estoy hablando no solo de química... que también
La verdad es que me dan más miedo los conservantes, colorantes, espesantes, saborizantes, hormonas y demás porquerías que meten en los alimentos. Eso sin contar con los transgénicos. De hecho, algo que se constata: antes no había tantas alergias como ahora. ¿Será que somos más débiles por lo que comemos?
Un saludo para José Luis y otro para Juan.
Un ejemplo, las magdalenas. Yo me las hago caseras por mí mismas, con aceite de oliva vírgen e ingredientes frescos y sanos. Me duran, cómo mucho cuatro días y ya, al cuarto día como durezas. Las conservo bien envueltas en plástico casero. Por esto mismo...¿cuánta mierda hay de colorantes y conservantes E tal y E cual? Ya me niego a comer pan de molde y solo pan del bueno en una tahona de cerca de mi casa. Tampoco bollería industrial, salvo agunas ocasionales porras o churritos.
Desde entonces la grasa hepática 0 patatero.
Saludos también a los dos bloggeres amigos.
El tema de los conservantes, edulcorantes, potenciadores del sabor, grasas trans y/o saturadas, hay veces que al leer los ingredientes de algo uno tiene la impresión de estar leyendo la tabla periódica en vez de una caja de galletas... pero es tal la saturación de elementos químicos que tragamos y si a eso le añadimos el magnífico aire del centro de las ciudades tenemos un cocktail que da miedo pensar...
Porque uno tampoco puede fiarse de los productos frescos ¿con que alimentan a las gallinas q ponen los huevos? ¿que tipo de fertilizantes y pesticidas han echado al trigo, a las verduras o a las frutas? ¿como han engordado los animales que comemos?
Yo también procuro comprar productos frescos y de temporada en tiendas de confianza, eso tiene un coste económico que yo de momento puedo asumir, pero hay que reconocer que el coste de estos productos más o menos ecologicos no son asumubles por el común de los mortales de manera habitual.
Por cierto, tenemos que hacer una quedada... este verano ya dimos Juan, su mujer y yo un paseo por la noble, leal y coronada villa de Ocaña, así que Cayetano en la próxima a ver si nos podemos juntar un mayor número de "blogueros"
Saludos...
JAJAJA que bueno, pues sí que se ponían finos nuestros bisabuelos a base de coca, heroína y radio, hasta el Papa iba colocado...no me extraña que en tiempos pretéritos a la gente se le pareciese tanto la Virgen...habría que hacer un análisis a los niños de Fátima, Lourdes y a Santa Teresa de Jesús jajaja...por no hablar lo de moda que estaba esnifar coca en la corte de Fernando VII...todo un lujo de las clases altas de la época.
Un saludo.
Majestad... no descarte ustéd que antes de ser Papa tengan que pasar un control antidoping en cualquier cónclave de estos...
En cuanto a la radioactividad la verdad es que hasta finales de los 40 principios de los 50 se pensaba que aparte de calorcito no daba muchas más complicaciones...
Buena idea esa de quedar algunos blogueros en algún lugar que nos venga bien. La única pega es el momento adecuado. El verano queda lejos, pero es verdad que da más juego que un fin de semana, muchas veces comprometido por razones personales.
Un saludo.
Que buena entrada! Asombrado y pasmado me he quedado leyendo estas cosas que nos cuenta. Ademas me ha gustado es fina ironia de su texto.
Un saludo!!
Seguro que hay sustancias que ahora mismo creemos inofensivas que dentro de unas décadas no lo serán tanto. No me imagino un chocolate de radio aunque me esfuerce, jjej Ni al Papa León XIII poniéndose las pilas con heroina...¡qué fuerte! y claro que los niños se quedaban dormidos, normal...Me he divertido mucho.
Saludos
Cayetano,
la quedada es una idea que lleva tiempo rondando así que a ver si le damos un empujón y ponemos una fecha...
Lorenzo... muchas gracias por tu comentario, la verdad es que esta publicidad antigua vista ahora tiene mucha mucha tela!!!
Carmen... seguro que dentro de unos años nos encontraremos con cosas así... pero no hace falta irse muy atrás todos recordamos la publicidad del tabaco, y dentro de unos años pues irán surgiendo otras cosas, a pesar de los modernos controles es imposible que no se cuele nada...
En cuanto a la entrada da para una peli de Almodovar o de Alex de la Iglesia, niños drogados, un papa yonkie, impotentes radioactivos madreeee que tropa...
Enorme entrada, José Luis.
Estoy contigo: en pocos años cosas que ahora se consumen con naturalidad serán consideradas o droga o veneno directamente. Y sí, muchos controles, pero cada poco se cuela alguna y alguna muy gorda.
Saludos.
Pd. Por cierto, yo también soy de la generación de la Quina Santa Catalina
Xibeliuss... pues si estamos rodeados de elemntos químicos fuera de control, y no solo ambientalmente también en cuanto a medicamentos, estoy recordando el caso de la Talidamida.
Saludos...
En la época no había abusos de las "drogas" que ahora llamamos ilícitas. Siempre hasta hace unos 40-50 años, fueron usadas con fines medicinales.
Hace un tiempo hice una entrada parecida, si tiene tiempo le puede echar un vistazo.
http://docmanuel.blogspot.com/2010/12/medicinas.html#comments
Saludos. Una sonrisa me ha sacado esta entrada
Da gusto volver de unos días fuera y encontrar escritos tan interesantes.
Primero el del anterior artículo, curioso el episodio berlinés del capitán Kopenick; y luego éste sobre "medicinas"
Iban a comentar algo sobre la morfina, la heroína, pero que podría decir de aquellas al lado de los supositorios de radio. No hay mas que recordar como acabó madame Curie.
Un abrazo José Luis.
increible.
Muy bueno tu blog.
Saludos.
Manuel... veo que efectivamente tu entrada y la mía son similares, es que cuando uno ve esto no puede reprimirse el compartirlo...
Saludos
DLT... bienvenido a esta tu casa ;) pues si yo creo que los supositorios de radio y el opio para lactantes es lo más gordo ...
Valandan... bienvenido si ahora nos resulta muy increíble.... ah! y me alegro que te guste el blog...
saludos...
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