viernes, 3 de julio de 2009

La Inquisición (II). La Inquisición Medieval

La amplia difusión popular de la herejía durante el siglo XII, reclamó la puesta en marcha de un sistema de respuesta capaz de perseguir la disidencia con mayor eficacia.

Las primeras disidencias contra la organización feudal de la Iglesia fueron contestadas en el Concilio de Verona de 1184, donde se decidió intensificar la vigilancia sobre los herejes, aplicando además un sistema procesal diferente al seguido por los tribunales episcopales hasta entonces. En adelante no haría falta una denuncia concreta contra alguien para iniciar el procedimiento penal, bastaría con que hasta los oídos del obispo hubiera llegado alguna noticia relativa a la existencia de herejes en un determinado lugar, para que fueran a él sus representantes a hacer "inquisición". La Iglesia iniciaba un esfuerzo de autodefensa que tardaría varios siglos en remitir. Los señores temporales deberían prestar su ayuda a tales pesquisidores y así mismo ejecutarían las sentencias pronunciadas en los juicios contra los que se demostrase haber incurrido en herejía.

Fue Gregorio IX quien promulgó una legislación unitaria para toda la Iglesia en este tema, tal cual se recoge en las Decretales, en donde se responsabilizaba a las órdenes mendicantes de su aplicación en materia de heterodóxia.
Es cuando empiezan a aparecer los "manuales de inquisidores", recopilaciones y comentarios de la legislación pontificia en esta materia, destacando el manual del catalán Nicolás Eymeric.

El Santo Oficio se estableció primeramente en el Mediodía de Francia y de ahí se extendió hacia el oeste, quedando fuera las Islas Británicas, Escandinavia, Castilla y Portugal, los métodos de este tribunal eran en resumen los siguientes:
  • Independencia de los obispos
  • Secreto y anonimato de los procesos
  • Utilización de la tortura para validar los testimonios, algo que por otro lado no era exclusivo en la época de los tribunales eclesiásticos, ya que también era utilizada por la administración civil.

Los dominicos fueron los primeros en ser llamados para actuar como inquisidores, siendo llamados los "Perros de Dios" gracias a un juego de palabras con su nombre "dominicus" se derivó a "Dóminus canis", después se les añadieron como inquisidores los franciscanos y para evitar confrontaciones entre ellos se dividió Europa en dos áreas de influencia Francia, Alemania y Lombardía para los dominicos y Borgoña, centro de Italia y Bohemia para los franciscanos.

Todo este esfuerzo por mantener la unidad saltó por los aires durante el Cisma de Occidente (1378 - 1419). Durante este periodo la Iglesia pasó del universalismo a mostrarse más como una potencia política. Cada reino buscó emanciparse de las tutelas papales, eliminando los reyes todas las trabas que tenía ante su poder absoluto.

Controladas las iglesias nacionales por los monarcas, es lógico que sucediera lo mismo con las instancias penales que estas ejercían. Entramos pues que a partir del siglo XIV los inquisidores pasarán de ser legados papales a inquisidores nacionales. Respaldadas las inquisiciones nacionales por la autoridad episcopal, su actuación respondía ya a exigencias de seguridad política de los reinos. La Inquisición española no sería sino un vástago tardío del mismo principio político que dio origen a todas las demás.

7 comentarios:

Juan dijo...

Interesantes entradas, ésta y la anterior, pues no sabía nada de la Inquisición medieval. Los libros siempre abundan más en la época del Renacimiento y en la Inquisición española desde los Reyes Católicos. Buena entrada.

La Dame Masquée dijo...

Y tan tardío. Los franceses se nos adelantaron muchisimo, pobres cataros. Imagino que el problema en españa fue el anacronismo de mantenerla despues durante siglos recientes, pero bueno en otros sitios aun estaban condenando Galileos en el siglo XVII.
Lo curioso es que hay muchisima gente que piensa que la inquisicion era española y solo española, y eso a pesar de los Templarios, las Juanas de Arco, los cátaros y los Galileos. Manda narices.
Muy interesante, monsieur.

Feliz fin de semana

Bisous

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Efectivamente la Leyenda Negra se cebó con el tema de la Inquisición Española, olvidando que esta se estableció mucho antes en otros países y también olvidó que en los países protestantes también hubo persecuciones religiosas aunque no se llamara Inquisición. De este tema es del que tratará la siguiente entrada.

Cayetano dijo...

El caso de Luis Vives, condenado y ejecutado por los calvinistas de Ginebra es otro caso donde se muestra que en todas partes cocían habas, no sólo en España. De todas formas aquí la cosa no fue suave, leyenda negra aparte.
Saludos.
Nota:durante el verano las entradas y comentarios pueden llevar un ritmo diferente por mi parte debido a que no estaré en mi casa la mayor parte del tiempo.

Xibeliuss dijo...

La Inquisición es un producto de su tiempo. La leyenda negra española, está claro, perduró porque se mantuvo demasiado en el tiempo y eso produjo la identificación entre España e inquisición.
No fue más que el intento de monopolizar la violencia por parte de los poderes.
Saludos.

Cayetano dijo...

Si no es por Juan, mando a la hoguera a la persona equivocada en el lugar equivocado. Donde dije Luis Vives debe decir Miguel Servet.
Perdón por el despiste. Debe ser cosa de los años.
Un saludo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Efectivamente aquí no se andaron por las ramas, pero lo que quiero reflejar, sobre todo en la siguiente entrada, es que aquí no hubo ni más ni menos desmanes que los de otros sitios, era una época convulsa y lo fué en todos lados y en todos lados cometieron barbaridades en igual medida.