martes, 23 de junio de 2009

Gazpacho

Ahora que ya tenemos encima de nuestras cabezas el verano y la canícula amenaza con derretirnos las meninges, muchos de nosotros haremos uso del gazpacho para sobrellevar los rigores de la estación, así que la entrada irá dedicada al origen de la, posiblemente, sopa fría más famosa.

El origen del gazpacho lo podemos encontrar en un alimento preparado en época romana a base de pan duro, ajo, aceite y vinagre todo ello machacado y bebido lo más frío que las posibilidades de la época brindaban, esta salmuera era consumida por legionarios, y trabajadores del campo, y se extendió por todo el orbe romano, dándole en cada zona su toque especial, ya que añadiendo a esta mezcla almendras tenemos el también famoso ajo blanco.

Pero sin duda es el descubrimiento de América y la llegada de las nuevas hortalizas del nuevo mundo lo que revolucionó la gastronomía en general y nuestro gazpacho en particular, ya que en nuestros días no podemos concebir un gazpacho sin los americanos tomates y pimientos.

En cuanto al nombre de gazpacho, parece que viene del portugués caspacho, el cual deriva de la palabra latina caspa, que significa resto o residuo. Ya sabemos que en la cocina tradicional no se desperdicia nada, y tirar un buen mendrugo de pan duro era un lujo que las gentes de entonces no se podían permitir.

El origen del salmorejo cordobés, es el mismo que el del gazpacho, solo que mantiene más de la herencia romana que sus hermanos, así es mucho más espeso y su nombre derivaría de la salmuera consumida por las legiones.

Por tanto solo quedaría dejar la receta:

Ingredientes:
  • 1 ¼ kg de tomates maduros, pelados y quitadas las semillas.
  • ½ cebolla mediana (30g).
  • 1 pepino pequeño.
  • 1 pimiento verde pequeño.
  • ¼ kg de miga de pan del día anterior y remojado en agua.
  • 1 taza de aceite de oliva.
  • 2 cucharadas de vinagre.
  • agua fría.
  • sal.
  • aparte en platillos separados : un poco de tomate en cuadraditos, pimiento, pepino y cuadraditos de pan
Preparación:
  1. En la batidora se pone parte de las hortalizas y parte del pan remojado (ver el número 8 para lo que sobra). Se bate bien para que quede muy fino.
  2. Si hiciese falta de algo de agua, se le añade pero no suele ocurrir, pues el tomate es muy caldoso.
  3. Si se prefiere con trozos se bate menos. Si se prefiere muy liso se bate bien y luego se cuela con un colador.
  4. Una vez batido y colado se pone en la sopera donde se vaya a servir.
  5. Se añade el aceite el vinagre y la sal.
  6. Se mete en la nevera por lo menos dos horas.
  7. Al ir a servir el gazpacho se ponen unos cubitos de hielo y se mueve para que enfríe bien. Se añade agua fría a gusto, pues hay quien prefiere el gazpacho espeso y quien lo prefiere clarito, yo personalmente no me gusta añadirle agua ni hielo.
  8. Aparte se sirven las verduras picadas, cada una en un platillo y el pan en cuadraditos también por separado, a este picadillo a mi me gusta añadirle unas virutillas de jamón serrano.

Para la siguiente entrada, dejo otro gazpacho no tan conocido, el gazpacho manchego o gazpacho pastor, el cual no es tan propio del verano... y los que no lo conozcáis veréis por que.

5 comentarios:

Juan dijo...

Esta entrada tuya me hace volver al hambre aunque sean casi la 1 de la madrugada y me vaya a dormir. El gazpacho es mi tentación número 1 desde que tengo uso de razón. Has dado en mi debilidad. Es otro de los grandes tesoros de nuestra gastronomía. De todas formas te diré que cuando fuí a Córdoba y decubrí a su primo el salmorejo me quedé flipado y casi me gusta tanto o más, salmorejo cordobés, casi ná. En Madrid voy aun restaurante de meú del día porque tienen el mejor de la Corte. Lo hacen incluso en inverno. Soy asiduo de ese lugar y me conocen por mi afición compulsiva a ese plato. Pero bueno, en otros de mis paraísos gastronómicos me conocen por mis aficiones a las revolconas, el cabrales, etc, etc.
Saludos y experimentaré tu receta. Siempre hay recetas nuevas de gazpacho, lo qie demuestra su riqueza nutritiva.

La Dame Masquée dijo...

Vaya, monsieur, quien hubiera dicho que el gazpachito se remontaba a los romanos. Mira cómo sabian comer ellos.
Pero la verdad, eso de que el nombre proceda de "caspa" como que quita un poco las ganas.
Que polifacetico es usted, nos cuenta la historia y encima nos deja la receta. Se ve que tiene buena mano para la cocina.
A ver con que segundo gazpacho nos sorprende ahora.

Bisous

Cayetano dijo...

Yo, aunque no se me note -dado el tiempo que llevo en MADRID- , soy de origen andaluz, sevillano para más señas.
Allí el sistema tradicional era hacerlo en el mortero o almirez, majando pacientemente todos los ingredientes y echando poco a poco el aceite virgen. Era una labor de artesanos. Así salía de bueno. Hoy, por comodidad, se hace en la batidora.
Sobre los ingredientes hay para todos los gustos. El aceite, el vinagre y la sal se ponen junto a las hortalizas antes de triturarse con el fin de que todo quede trabado y homogéneo. En mi casa no se ponía pepino entre las hortalizas a triturar, porque dicen que "repite". Se ponía aparte, picado para el que lo quisiera añadir.
Como bien indicas, es un plato mestizo, como todo lo bueno. Tiene mucho de romano, el aceite sobre todo, y de americano, por el tomate.
Buen provecho.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Con el gazpacho pasa como con la paella, hay tantas recetas como casas en los que se realiza, yo uno de los más pintorescos que he visto es añadirle sandia, a mi personalmente no me va mucho ya que los agridulces no son mi fuerte.
En cuanto al salmorejo, mucho más espeso, una vez lo probé sobre una fuente de patatas fritas al montón y es espectacular....

Xibeliuss dijo...

Sabrosíssíma entrada! Estoy de acuerdo, platos como la paella, el gazpacho, el pote gallego, el cocido... tiene montones de recetas a cual mejor, el resto es cuestión de gustos.
Saludos.