viernes, 25 de septiembre de 2009

El tren 6.626

Mientras el mundo estaba expectante sobre el resultado de las elecciones que llevarían a Kennedy a la Casablanca. En mi ciudad de Cuenca se vivía una jornada trágica. Un capítulo más de la historia local, apenas recordada hoy en día por mis paisanos, salvo por los ferroviarios más antiguos. Se trata del accidente del tren mixto 6.626 que partió de Cuenca un 7 de noviembre de 1960 a las 16:00 de la tarde con destino Utiel, un destino al que nunca llegó, ya que en el kilómetro 18.200, en el paraje de Los Palancares donde tenía programada su llegada a las 16:42, le esperaba un final anticipado, inesperado y trágico, donde dejaron su vida cuatro de sus viajeros y un empleado de RENFE.

El convoy mixto, de mercancías y pasajeros, al llegar al túnel de entrada a la estación de Los Palancares se detuvo a 500 metros de la salida. El maquinista y el fogonero fueron los primeros en sufrir las consecuencias del humo de la locomotora.

En el tren viajaban un total de 40 personas sumando viajeros y personal de RENFE. Entre los viajeros se encontraba un capitán de la Guardia Civil, Fernando Sánchez Sánchez, su ordenanza, Juan Alcañiz, y el guardia, Juan Martínez Ballesteros. Fue este capitán el que consiguió dominar el pánico inicial de los viajeros, y el primero en reaccionar ante los primeros síntomas de asfixia y la falta de movimiento de la locomotora.

Los guardias civiles bajaron del vagón, para dirigirse hasta la estación y pedir auxilio, carrera esta que casi cuesta la vida al capitán. Junto con el Jefe de Tren y el personal de servicio se iniciaron los trabajos de rescate. En la marcha hacia la estación los guardias civiles habían comprobado el desfallecimiento de maquinista y fogonero, por lo que quedaba descartada cualquier maniobra del tren, como la que hubiera sido más obvia, desenganchar locomotora y vagón de viajeros del resto del convoy. La ayuda llegó desde la estación de Carboneras, distante 19 kilómetros del punto del accidente, desde donde se envió una locomotora, que extrajo la máquina y el vagón siniestrado del túnel.

Cuando el vagón llegó a la estación se pudo comprobar el alcance de los hechos, habían fallecido 5 personas, entre ellas dos niños de corta edad, y el resto presentaba graves problemas por la inhalación de humo. Las víctimas fueron las siguientes:

  • El mozo de tren Teodoro Cañas.
  • El niño Juan Gil, al que se tardó 24 horas en identificar al estar sus padres entre los intoxicados más graves.
  • Ángel Ibáñez, vecino de Mira que, murió tratando de ayudar a otros pasajeros, según testimonios recogidos por el diario ABC.
  • Vicenta García, hija de un empleado de RENFE.
  • La niña Felicitas López.
En aquellos días el accidente se achacó a la fatalidad, cuando, en mi opinión, hubiera correspondido hacerlo a la negligencia. Siempre es muy difícil que una acusación así contra una institución gubernamental prospere, pero en aquella época, además, hubiera sido impensable siquiera el plantearla.

Como digo el convoy era mixto, arrastraba un vagón de viajeros y 26 de mercancías. La locomotora afectada era la 241-2019 (según la numeración de RENFE), la cual había sido encargada por la antigua compañía ferroviaria MZA en 1924, donde estaba catalogada con la numeración 1719 y fabricada por la Maquinista Terrestre y Marítima, es decir, era un tren, posiblemente sobrecargado (no he podido averiguar si los vagones de mercancías iban con carga o vacíos), traccionado por una locomotora con más de 35 años y alimentada por carbón de mala calidad. Estas circunstancias, cuando se unieron al agua condensada en los raíles de un túnel en fuerte rampa, hicieron patinar a la máquina impidiendo su avance.

Además de todo lo dicho seguramente también acechó algún imponderable, como las condiciones climáticas o de temperatura de ese día, porque los motivos que he enumerado, en principio no tienen porqué ser suficientes aunque si necesarios, pero no cabe duda que con un tren más ligero, una locomotora más moderna o alimentada con mejor materia prima o fuel en vez de carbón, hubiera podido salir de la situación en mejores condiciones.

Foto: La imagen de cabecera se corresponde con una locomotora del mismo modelo y lote que la afectada

Fuentes:
Diario Ofensiva del 8/11/1960 y 09/11/1960
Diario ABC del 9/11/1960
Ferropedia (ferrocarriles.wikia.com/wiki/Portada)
Mi padre, ferroviario jubilado de la línea Aranjuez - Cuenca - Utiel.

17 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

El tren nos inspira confianza, nos parece mas seguro, creo yo. Da la sensacion de ser mas inofensivo, pero tambien ha habido accidentes espectaculares. De todos modos a mi me sigue gustando mucho viajar en tren. Es mas romantico.

Feliz fin de semana, monsieur

Bisous

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Dama,

A mi me encanta también el tren, por algo soy hijo, nieto, biznieto y tataranieto de ferroviarios... y es mucho más seguro que el coche, pero como con el avión, cuando ocurre un accidente es mucho más espectacular y con mayores consecuencias...

Xibeliuss dijo...

El tren es un mundo en si mismo. Tengo recuerdos muy agradables de los viajes de largo recorrido de mi infancia y menos buenos de unos cuantos años usando el cercanías... que casi no es un tren. Interesante, como siempre.
Saludos, José Luis.

Juan dijo...

Aquellos trenes eran una maravilla para los nostálgicos pero, lamentablemente, eran también un peligro por su arcaísmo y su falta de seguridad. Aquella España era un país tercermundista, con los mismos accidentes y tragedias que vemos en los países subdesarrollados. La verdad que no somos conscientes del giro tan copernicano que dió este país en aquella década de los 60´, fijémonos en los AVES que tanto admira hasta el mismísimo Obama.
Saludos José Luís.

Cayetano dijo...

La combustión del carbón o de derivados del petróleo en las calderas de las antiguas locomotoras era enormemente contaminante y en una situación como la que nos cuentas de parada accidental dentro de un túnel, lo raro es que no hubiera más víctimas de envenenamiento.

Ccasconm dijo...

Fatalidad, fatalidad, fatalidad. Una serie de circunstancias se conjuran para provocar los accidentes. Lo único que podemos hacer es recordar a los fallecidos y refrescar la memoria sobre esos acontecimientos, que a nadie gustan, desde luego.

Saludos

Sila dijo...

Ese tipo de accidentes, de la razón que seán, siempre han acompañado al progreso humano, y me temo que seguirá siendo así por siempre.

Un saludo

Lady Caroline dijo...

Que desesperantes habrán sido aquellos momentos para los viajeros. Por una serie de fatídicas circunstancias jamás llegaron a su destino. Visualizo sus caras ilusionadas prestes a emprender el viaje transformarse rapidamente en miedo y panico.Es algo horrible de imaginar.Opino lo mismo, las condiciones climáticas así como la negligencia y la mala manutención del convoy fueron elementos claves que contribuyeron para el triste desenlace.


Saludos

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Xibeliuss,

El tren está muy ligado a mi falia desde generaciones, y tiene un aire de romanticismo inevitable en mi, no obstante no solo de romanticismo ha de vivir el ferrocarril, lo que no debe perder, y está perdiendo, era lo que tenía entonces y es que constituía un elemento vertebrador del país. Hoy día extensas áreas del interior se están quedando sin este médio de transporte.

Un saludo,

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Juan,

El salto tecnológico ha sido brutal, sin embargo no solo de AVES ha de vivir el ferrocarril, y el tren convencional, el que llega a más lugares, el más económico y que está más al alcance de todos está siendo abandonado desde hace años y este abandono no se ve por el deslumbrón de las luces del AVE.

Un saludo

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Cayetano,

Efectivamente fue raro que no hubiera más víctimas. Yo creo, dado que conozco el túnel en cuestión y la estación donde ocurrió, que al no detenerse en medio del trazado del túnel hizo que hubiera algo más de ventilación,la parada ocurrió según los periódicos a 500 metros de la estación, y la boca del túnel está como a 200 del edificio, por lo que estimo que estaban a 300m de la salida, ese túnel tiene unos dos Kilómetros.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Carmen,

Todo un cúmulo de circunstancias, pero alguna de ellas evitables, y se podría haber roto la cadena que desencadenó aquello.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Sila,

Efectivamente el progreso va de la mano de los percances, la diferencia es que este accidente no se debió al progreso, sino al atraso.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Caroline,

Efectivamente, hubieron de ser unos momentos muy angustiosos. Mi padre conocía a algunos de los pasajeros y a sus familiares.

karel dijo...

Enhorabuena por este magnífico blog. En fechas no muy alejadas del sucesod que es mencionado en esta entrada fallecieron una cantidad de víctimas que el franquismo jamás aclaró en un tremende accidente ferroviario en la provincia de León. No sé ahora dar datos, pero más de 300 a poco.

Como dato misterioso cabe reseñar que en el trancurso del viaje un revisor de billetes que ninguno de los supervivientes conocía había anunciado que aquél tren iba a tener un trágico desenlace. Nunca se lo localizó.

Saludos de karelcio.com

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Karel... todo un expediente X el que planteas...

saludos,

karel dijo...

http://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_ferroviario_de_Torre_del_Bierzo_de_1944

No sé si me equívoque con el número de víctimas. Es que una cosa son las que divulgó el franquismo y otra muy distinta las que se recogieron tras el franquismo con diversas investigaciones. Nunca sabremos cuantas hubo. Si buscamos en la red Accidente Torre del Bierzo encontraremos material.

Lo del misterioso revisor apareció en programas como el de Iker Jiménez o uno que emiten en una cadena castellano leonesa que es de corte similar.

No soy nada aficionado a esos intringulís porque muchos de los investigadores de extraños sucesos le añaden un halo de misterio que puede que sea innecesario y probablemente no hubiese premoniciones ni sueños ni nada.

Como se descartó que fuese un sabotaje, mi teoría es que aquél revisor vería que aquél tren se iba a dar un castañazo porque por algo estaba familiarizado con trenes y el convoy iba en unas condiciones pésimas. Pero vete a saber.

En ese video hablaron del suceso (está dividido en dos partes):

http://www.youtube.com/watch?v=fhQsg0GB8iI

Como soy castellano leonés me interesan cualquier suceso histórico concerniente a mi tierra pero de ese debo decir que a pesar de que tengo 41 años me enteré muy tarde, más o menos con 38.

Hay otra curiosidad, o más bien anécdota, y es que en alguno de esos videos, no sé si en el de Cuarto Milenio o en otros aparece una persona, que es ferroviario aunque no sé si vinculado con los hechos (testigo o superviviente) que se llama Buenaventura Durruti como el famoso anaquista.

Saludos.