miércoles, 24 de febrero de 2010

"Hazañas" bélicas. Little Big Horn


El Teniente Coronel George Armstrong Custer, un presuntuoso que se diseñaba sus propios y estrafalarios uniformes, estaba dotado de un ego y un afán de protagonismo que, aunque le encumbró popularmente durante la Guerra Civil Americana, a la postre se demostró suicida. Y a su final va dedicada la presente entrada, a la batalla que el 25 de Junio de 1876 tuvo lugar en Little Big Horn. Como todo el mundo sabe por el cine, ¿quien no recuerda a Errol Flynn en “Murieron con las botas puestas”? en esta batalla se enfrentó el 7º Regimiento de Caballería de Custer contra una coalición de varias tribus indias comandadas por Tasunka Witko y Tatanka Iyotanka, también conocidos como Caballo Loco y Toro Sentado respectivamente.

Los antecedentes de esta batalla fueron la “molestia” que suponía la presencia de las tribus indias, ya que su búsqueda de pastos y alimentos “incomodaba” al desarrollo del ferrocarril. Los nativos reivindicaron su derecho al nomadismo al rechazar su confinamiento en las reservas designadas por el gobierno. Para “hacerles entrar en razón” el General Sheridan, conocido por sus brutales métodos, envió una expedición de “castigo” a la zona de Yelowstone al mando del General Crook. Pero fracasó debido al frío y a otros factores tácticos y tuvo que regresar a su base.

En mayo de 1876 un nuevo ejército sale en persecución de los indios. Esta vez parten 3 columnas, la primera al mando del Brigadier General Crook, la segunda dirigida por el Coronel John Gibbon y la tercera al mando del Brigadier General Alfred Terry, en esta última se encontraba enclavado el 7º de Caballería de Custer. La nota curiosa es que el Teniente Coronel Custer apunto estuvo de perderse esta campaña debido a las denuncias que tenía ante una Comisión del Congreso de los EE.UU., pero fue salvado por la intercesión de los generales Sherman y Sheridan, así como por la presión de la prensa. El presidente Grant lo reintegró al ejército, eso si, poniéndole bajo la tutela del general Terry, algo que no digirió demasiado bien el bueno de Custer.

El 7º de Caballería contaba con 566 soldados, 31 oficiales, 15 civiles y unos 35-40 exploradores, por órdenes del propio Custer prescindieron de 4 compañías de refuerzo del 2º de Caballería, de una ametralladora Gatling e incluso ordenó a sus hombres dejar los sables, yendo armados solamente con un fusil Springfield y un revolver Colt 45, sumando entre ambas armas 125 cartuchos por soldado.

Por la parte contraria, Caballo Loco dirigía un ejército de indios formado por 7 tribus (hunkpapas, sans arc, pies negros, miniconjou, brule, cheyenes, sioux-oglala, y pequeños grupos de two-kettles y arikara). El número total de indios difiere según las fuentes rondando entre 6000 y 9000 de los cuales guerreros serían entre 1500 y 3000.

Las órdenes de Custer eran de esperar refuerzos y atacar al día siguiente, pero tras avistar un campamento indio a 25 Km de su posición decidió emprender el ataque solo con su regimiento. Para ello dividió sus fuerzas: un escuadrón en reserva, 3 escuadrones dirigidos por el Comandante Reno atacarían por el sur; otros 3, dirigidos por el Capitán Bentin marcharían hacia el sudoeste para atacar cualquier posición que encontraran, Custer marcharía al norte con 5 escuadrones para ocultarse en la colinas y atacar por sorpresa a los indios cuando salieran a detener a los escuadrones de Bentin.

Sin embargo, Caballo Loco conocía la posición de Custer, por lo que la división de sus fuerzas no sirvió de nada al 7º de Caballería. Cuando los nativos rechazaron a Reno, Custer abandonó su posición en las colinas para realizar una ofensiva, ofensiva que solo le sirvió para verse rodeado en terreno descubierto y obligado a replegarse sobre sus pasos. Repliegue que no completó ya que desde la cima apareció una nueva oleada de tropas enemigas. El 7º de Caballería sucumbió en menos de media hora. Como nota curiosa el único superviviente de los 5 escuadrones comandados por Custer fue un caballo llamado Comanche.

Los errores que llevaron a Custer al desastre los podemos resumir en 4:

·         Arrojo inconsciente, al pensar que un regimiento podría hacer la labor de todo un ejército.
·         Desprecio por la vida de sus hombres, al rechazar los refuerzos y las armas pesadas.
·         Desobedecer los consejos de sus exploradores indios, mostrando una letal subestimación del enemigo
·         Las prisas, ya que faltaban 10 días para el 4 de Julio que celebraría el primer centenario de la independencia, además ese mismo 4 de julio se reunía la convención del Partido Demócrata donde Custer aspiraba a la nominación de la candidatura presidencial.

Fuentes: Wiki, arteHistoria, MUY ESPECIAL Enero/Febrero 2001

22 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Las prisas nunca son buenas consejeras, ya se ve.
La pelicula era casi inevitable verla: de las tipicas que ponian aquellos sabados por la tarde, cuando daban clasicos en vez de estrenos TV.
Vamos, que si el caballo no se llega a llamar Comanche, ni él se salvaba.

Buenas noches, monsieur

Bisous

Annick dijo...

Por eso de decir ¨ir como el 7º de caballería , ir a lo loco , a lo bestia .
Muy interesante !

Saludos desde Málaga.

UnConquenseMás dijo...

"They Died With Their Boots On"...que clásico.

Tenía entendido que no fue por el ferrocarril, sino por el incidente de las "colinas negras", y el deseo de ser arrancadas las tierras de sus antepasados a sus herederos por los rumores de que ellas contenían oro. Por las presiones de los mineros, e intereses económicos...Lamentable. Aunque si te pones a pensar, sigue pasando a día de hoy...lo que es aun más lamentable.

Una anécdota. El megalómano de Custer o "Cabellos Largos" como Caballo Loco le llamaba se graduó en la prestigiosa Westpoint, pero siendo el último de su promoción, y no habría tenido el cargo de oficial en el ejército de no ser por las grandes bajas sufridas durante la guerra civil de secesión que dejó más de 700.000 bajas. Un tío con suerte, aunque no tanta la de los 289 hombres a los que llevó a la tumba. Otra cosa curiosa, que fue a él como general al mando de una unidad de voluntarios ante quién se entregó la bandera confederada como símbolo de la rendición.

Todos los cuerpos de los yankis fueron mutilados por los indios como venganza por las anteriores accciones, excepto el de Custer por deseo de Caballo Loco, quien únicamente le pegó un tajo en cada oído para que pudiera escuchar mejor a los espíritus en su viaje al más allá. Gran historia, aunque poco les duró la alegría a los últimos herederos de las tradiciones ancestrales de los pieles rojas.

Abrazos.

Cayetano dijo...

El señor Custer era un chulito y un homicida de tomo y lomo. A ver, con ese bigotito, sólo le falta hacer la "peineta" a los indios... ¿A quién me recuerda? Jejeje. Es broma.
Un saludo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Dama,

Efectivamente las prisas son siempre malas consejeras.

Un saludo,

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Gracias Annick por tu comentario...

Saludos

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Cayetano... ahora que lo dices... si que le saco cierto aire familiar jajaja

Saludos,

Xibeliuss dijo...

Y sin embargo creo que la película admite una lectura más profunda y mucho más crítica con el papel en general del hombre blanco. En 1941 y con Errol Flynn no era posible rodar un "Peuqño Gran Hombre".
Gran entrada, José Luis

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Paisano,

El incidente de las Colinas Negras fue uno de los desencadenantes, según los tratados ese territorio era cedido a perpetuidad a los indios, pero se juntaron dos factores, por un lado la afluencia de buscadores de oro y por otro la negativa de las tribus a renunciár la nomadismo, así que estaban los que incordiaban a los buscadores y por otro los que incomodaban al ferrocarril.
En cuanto a Custer, como apuntas pasó por Westpoint sin pena ni gloria, y solo la "suerte" en cargas y operaciones casi suicidas le llevaron a ser portada de los periódicos durante la Guera Civil, era admirado por el público pero no por sus colegas.

Esta victoria de poco sirvió a los indios, y realmente no podía ser de otro modo dada la enorme desigualdad de fuerzas.

saludos y gracias como siempre por tus aportaciones :)

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Xibeliuss,

hace tiempo que no veo la peli, ya que he de reconocer que no es de mis favoritas, pero supongo que en esa época hacer una película abiertamente crítica era difícil y hay que recurrir a leer entrelíneas.

Nikkita dijo...

Me ha encantado Jose Luis. Custer era un arrogante, y mal estratega (solo por subestimar al enemigo es evidente), que pensaba en "salir en la foto", y los indios defendian con uñas y dientes sus derechos, y demostraron ser más inteligentes.
Saludos.

Anónimo dijo...

Sin duda alguna uno de los suicidios colectivos mas mitificados de la Historia. Como dato curioso señalar Jose Luis, que ese único superviviente, el famoso caballo, fue considerado casi un héroe natural y a su muerte se le trató con honores de mariscal (este tipo de cosas solo pasan en EEUU) y posteriormente fue disecado. Hoy dia se lo puede ver en el Museo Natural de Kansas.
Un saludo!!

Vergónides de Coock dijo...

Interesante la anécdota del megalómano de Custer. Suerte.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Nikkita, si viviera ahora diríamos que Custer es un chulo de mier__ y al final se la pegó como no podía ser de otra manera.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Bragi,

Suicida fue la acción, los soldados que marcharon con el fueron víctimas de la ineficacia de su jefe.

Lo del funeral del caballo, como apuntas, son cosas de los americanos ...

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Gracias Basurero por tu comentario...

Juan dijo...

Típico episodio del imperialismo del siglo XIX y de la posterior descolonización del siglo XX: creencia de la superioridad de la raza blanca, desprecio por el indígena, presunción de la tecnología y armamentos, etc. La consecuencia: alginas palizas inesperadas que acababan enmatanza de blancos: la de Little Big Horn, Jartum en Sudán o la batalla contra los zulues, con matanza de Británicos, la matanza de Adua (Abisinia, 1896) de italianos, Tien den Phu (1954), de franceses en Indochina, Annual (el Rif, 1921), con la degollina de la división de Silvestre, etc, etc.
LO malo de esto es la muerte de jóvenes soldados de reemplazo que eran los que dominaban en aquellos ejércitos. En Annual cayeron los hijos de los pobres que no podían pagar para librarse de la "mili".

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Así es Juan, el creerse más que nadie es lo que tiene.

Espero dar continuidad a estas entradas de Hazañas Bélicas con alguna de las que has nombrado.

Saludos y buen fin de semana

Ccasconm dijo...

Custer, por lo que veo, menospreció la fuerza del enemigo. Demasiado ego, diría yo, y más teniendo en cuenta que conocía a las tribus indias que poblaban la zona...

Carnicerías y carnicerías por el derecho a una tierra. Siepre pasa lo mismo en las guerras. Cuando no es por la tierra es por el petróleo (ahora).

Un saludo

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Exactamente Carmen, una mala combinación de ego y menosprecio

Sila dijo...

La verdad es que las pifiadas bélicas dan para varios blogs...

Un saludo

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Sila,

si dan para mucho... gañanes los hay en todas las actividades pero claro en una guerra estas cosas cuestan vídas