martes, 2 de marzo de 2010

La Conferencia de Bordighera

Si hablamos del encuentro de Hendaya, automáticamente todos pensamos en la famosa cita entre Franco y Hitler, sin embargo, si comentamos la Conferencia de Bordighera ya la cosa no es tan conocida, y es que en esta localidad de la Riviera Italiana se produjo la entrevista entre Franco y Mussolini.

Entre Hitler y Mussolini, Franco siempre prefirió al Duce, del primero decía que era “un místico, un visionario y muy cercano a la mentalidad de los eslavos”, me hubiera gustado saber que hubiera pensado el Führer de saber que lo comparaban con quienes él catalogaba de subhumanos, en cambio del italiano aseveraba que era “la mayor figura política del mundo... humano, de ideas claras, nunca lejos de la realidad, en una palabra, un verdadero genio latino”.

La afinidad Caudillo/Duce comienza cuando en Abril de 1936 el africanista y colonialista Francisco Franco se maravilla de las acciones italianas en Abisinia, y así se lo hace saber al cónsul italiano en Tánger: “una nueva, joven y vigorosa potencia que está imponiéndose en el Mediterráneo, que hasta ahora se ha mantenido como un lago bajo control británico”, esta incomodidad con la hegemonía anglo-francesa fue el punto de partida, aunque este mismo punto supondría un roce al converger las ambiciones coloniales sobre el Marruecos francés. Poco después de esta comunicación con el diplomático italiano estalla la Guerra Civil española, y Franco, apoyado por el mismo cónsul de Italia en Tánger, lanza constantes suplicatorios de ayuda a Mussolini. Cuando el Duce se aseguró que esta ayuda no iba a traerle problemas con los franceses, envió los aviones que tanto necesitaba Franco para pasar el ejército de África a la península. Franco sabía que cuantas más veces cediera Mussolini a sus peticiones, más difícil le sería al italiano negárselas, y es que había logrado implicarle en un conflicto armado que, en principio, ni le iba ni le venía. Al Caudillo no le gustó nada que los “voluntarios” italianos enviados a la Guerra Española estuvieran bajo mando propio y funcionaran de forma autónoma; así, haciendo uso de sus tácticas dilatorias, contribuyó al descalabro italiano en Guadalajara. Este suceso enfureció a Mussolini que anunció que “ningún italiano volvería a Roma hasta que el Caudillo fuera victorioso”; ya no se podía permitir el lujo de cosechar un fracaso similar, y a la vez, Franco logró poner bajo su mando a las fuerzas italianas.

Tras la Guerra Civil la simpatía se acrecentó, ya que ambos se enfrentaron a problemas similares dentro de sus respectivos países, al tener que lidiar con las rivalidades existentes dentro de sus regímenes, falangistas, monárquicos, católicos y generales el Caudillo y entre la Iglesia, los sindicatos fascistas y los intereses empresariales el Duce. Con este caldo de cultivo llegamos a Febrero de 1941 cuando se produce la cumbre de Bordighera, en esta Franco se encontró a un Mussolini triste y deprimido por los reveses italianos en los Balcanes, tal es así que el Duce trató de disuadir a Franco de su entrada en la Guerra, ya que Franco le expresó que “España desea entrar en la guerra; su temor es entrar demasiado tarde”. Pero como el propio Mussolini dijo a su estado mayor “¿Como se puede impulsar a la guerra a una nación que tiene reservas de pan para un día?”. De los contenidos de la reunión en la época no trascendió nada, solo se publicó la agenda social de la misma y los agasajos que la comitiva española había tenido en Italia y a su paso por la Francia Libre; de echo, las ediciones de ABC y La Vanguardia, consultadas para elaborar esta entrada, dicen punto por punto exactamente lo mismo, es decir, nadie se saltó ni una coma del comunicado oficial.

El “cariño” de Franco a Mussolini quedó de manifiesto cuando el 25 de Julio de 1943 llegaron a Madrid las noticias de la destitución y arresto de Mussolini. Franco lloró mientras contaba los acontecimientos de Roma a su gabinete, aunque Paul Preston afirma que “como era de lágrima fácil, la pena de Franco, casi con seguridad, no era honda”. No obstante Franco siempre habló con afecto de Mussolini, incluso en los años cuarenta y cincuenta cuando el régimen trataba de librarse de su imagen de afinidad con el Eje, transitando del nacionalsindicalismo al nacional catolicismo.

Fuentes: Hemerotecas digitales de ABC y La Vanguardia

13 comentarios:

Xibeliuss dijo...

Nos traes hoy un hecho muy olvidado. Sí, parece cierto que Franco se sentía más afín al Duce. Era fácil ver más paralelismos que con el Reich.
Saludos

Cayetano dijo...

Es cierto que Franco admiraba a Mussolini, de hecho, el fascismo español debe más al fascismo italiano que al nazismo alemán.
El entusuasmo parece que no era recíproco. Mussolini consideraba a Franco «un idiota» y sostenía un evidente desprecio hacia los españoles: «son como los árabes».
Un saludo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Xibeliuss, el aspecto religioso es fundamental para marcar la diferencia entre nazis y falangistas, aspecto compartido con los fascistas italianos, además por carácter, un español siempre se va a ver más cercano a un italiano.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Cayetano,

A Franco, Hitler y Mussolini lo vieron como un payaso y un idiota, pero para desgracia nuestra los sobrevivió a los dos.

Nikkita dijo...

Jose Luis, de acuerdo contigo en tu comentario, Franco podía tener toda la admiración que quisiera... que incluso me cuesta creer que fura real, que no era recíproca, tanto Musolini como Hitler hablaban mal de él. Y aún así, efectivamente fue el único que quedó en pié.
Saludos

La Dame Masquée dijo...

No me diga que era de lagrima facil!
De lo que se entera una. No me lo imaginaba,no.
Ahora, glorioso eso de que España deseaba entrar en la guerra, como si no hubieramos tenido bastante. Que buena pregunta la de Mussolini.

Feliz dia, monsieur

Bisous

Juan dijo...

Desde luego el gallego era un payaso a los ojos de ambos dictadores. En Hendaya y en Bordighera fue como el Bobo de Coria. Incluso su uniforme, con el ros de cuasi legionata, que le hacía parecer aún más un dictador bananero y ridículo "enano patas cortas". En la guerra civil se las apañó Su Excremencia para ningunear a los CTV (Corpo di Tropa Voluntaria). Por sus chulerías llegó a cabrear sobremanera a los dos dictadores el teutón y el alpino. Mussolini estuvo a punto de irse de la guerra española tras el desastre de Guadalajara: no le era rentable esas palizas como precio para desquitarse de problemas internos. Montó en cólera al enterarse de la matanza de itlianos en Brihuega a manos de los comunistas de Líster. Parece ser que el general Moscardó no auxilió a tiempo desde Sigüenza a los CTV en su avance con el "culo al aire" por la hoy A-2 hasta Trijueque. De ahí, la media vuelta y la espantada y los cadáveres.
Saludos José Luis.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Nikkita,

parece que Franco admiraba según soplaba el aire, por que años después habría que verle "besándose" con Eisenhower

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Dama,

lágrimas de cocodrilo....

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Juan,
Pues si que les dejo el culo a descubierto... pero al final entre bomberos tampoco iban a pisarse demasiado la manguera...

Ccasconm dijo...

Es que el franquismo siempre bebió de la fuente del fascismo italiano, como también hizo Hitler quien al fin y al cabo copió la forma de proceder y los ideales de Mussolini y las introdujo en Alemania junto con el deseo de revanchismo surgido tras la 1ª Guerra Mundial y la obsesión por la raza aria.

Sin embargo, y todo hay que decirlo, Franco nunca cabó por entrar por el aro del fascismo. Y si no que se lo digan a Jose Antonio o a Serrano Súñer.

Un saludo

Cayetano dijo...

Abundando en lo que dicen Carmen y Juan, en realidad Franco no tenía ideología ninguna: era un militar conservador y autoritario con ansias de poder, un dictador aupado por varias familias: militares ultramonárquicos, falangistas, carlistas tradicionalistas, católicos de derechas...a los que tenía que contentar. Por eso inventó una chapuza de partido que se llamaba FET y de las JONS. Muchos falangistas no le tragaban.
Saludos, José Luis.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Carmen, Cayetano,

El régimen de Franco no se adecuaba a ninguna de las corrientes ideológicas que lo apoyaron, no era falangista, no era monárquico, no era tradicionalista, quizá terminó acercándose a los posicionamientos de los católicos de derechas, por ello se acuño un nuevo término "franquismo" y Franco era el primer franquista, es decir, era de si mismo.