miércoles, 9 de junio de 2010

El genocidio armenio.

La diáspora del pueblo armenio comenzó hace ya unos siglos, en concreto cuando el reino armenio de Cilicia cayó a manos de los famosos mamelucos. Desde entonces, a lo largo de los siglos las comunidades armenias se han multiplicado a lo ancho y largo del mundo, Rusia, Francia, Irán, EE.UU, ... y Turquía

Los problemas de los armenios en Turquía comenzaron en el marco de las guerras turco-rusas del XIX. En estos conflictos la minoría armenia turca fue acusada, ignoro si fundada o infundadamente, de colaborar con los invasores rusos, como consecuencia el sultán fomentó las hamidiye, o lo que es lo mismo, escuadrones paramilitares con permiso para saquear y destruir las posesiones de los armenios dentro del Imperio Otomano.

Sin embargo, el hecho más vergonzante de esta persecución comenzó en 1913 cuando en un congreso del partido de los Jóvenes Turcos, sus integrantes movidos por un nacionalismo exacerbado, planificaron la erradicación de todas las minorías de Anatolia, griegos, sirios y armenios eran un obstáculo para su sueño de un estado 100% turco.

El 25 de abril de 1915, el ministro del interior turco Taleat Pashá, da la orden de ataque contra los armenios, ese día son detenidos alrededor de 500 personajes armenios destacados, los cuales serán fusilados y decapitados en los días siguientes (quien tenga cuerpo para ello puede buscar las fotos en Internet). La ola de acoso se extendió por todo el país.

Amparados en el escenario de la I Guerra Mundial, Turquía decreta la movilización de todos los varones armenios entre los 15 y los 45 años. Pero a este contingente no se le dan armas, se les da palas para que caven "trincheras" en el frente ruso, obras que realmente se usarán como fosas comunes para ellos mismos. En cada pueblo se realiza un llamamiento de los hombres que no fueron citados a filas, los que acudían eran acuchillados de inmediato, el imperio tenía que ahorrar balas para la guerra y no los fusilaba.

Los que quedaban fuera de estos llamamientos, mujeres, niños y ancianos eran deportados, una deportación hacia la muerte, a unos, los del Norte, su destino era ser ahogados en el Mar Negro, a los que vivían en el centro de Anatolia se los mandaba sin víveres al desierto de Deir El-Zor (actual Siria), los que no murieron en el camino, terminaron en el fondo de pozos naturales para ser posteriormente quemados.

En total se calcula la cifra de 1.500.000 armenios exterminados, las dos terceras partes de los residentes en el Imperio Otomano.

En la actual Turquía se persigue a todo aquél que da publicidad a este suceso meced al artículo 301 de su legislación que pena todo ataque contra "lo turco". Una de las últimas víctimas fue el periodista de origen armenio Hrant Dink, asesinado en 2007 por un ultranacionalista, el periodista había sido juzgado tras denunciar este genocidio de forma continuada sin retractarse.

A modo de reflexión personal, no se si es lícito recriminar a la actual república turca las acciones llevadas a cabo por el Imperio Otomano, régimen derrocado por la voluntad de los turcos no lo olvidemos, lo que si creo que deberían hacer las autoridades turcas es un examen del pasado, al estilo de Alemania y el nazismo, de Rusia con Katyn o el stalinismo, ... un examen de conciencia que nuestro país, España, ha de hacer también con el franquismo. No se trata de reabrir heridas, sino todo lo contrario, cerrarlas de una vez por todas y, si es posible, para siempre.

Fuentes: Número 127 del periódico Diagonal, y www.elmundo.es
Para saber más : http://www.vramian.com/causaarmenia/principal.htm

11 comentarios:

Xibeliuss dijo...

Lo suscribo por completo. Las heridas cerradas en falso se emponzoñan.
Saludos, Jose Luis

Nikkita dijo...

Jose Luis, una reflexión acertada al 100%, creo que todos los países han de revisar su historia con el fin de cerrar por siempre las heridas que queden abiertas, y aprender de sus errores.
Muy buena entrada.
Un saludo

Cayetano dijo...

Muy buena entrada.
La historia muchas veces está escrita con sangre. Hay que tener memoria para no olvidar las atrocidades cometidas contra grupos étnicos o pueblos enteros, como el armenio o el kurdo o el judío o el palestino o el bosnio o el tutsi... No olvidar para evitar repetir los mismos errores, aunque dudo mucho de que la especie humana tenga remedio. Yo en esto, más que pesimista, soy realista. La historia nos enseña que los genocidios no son accidentales e infrecuentes, sino todo lo contrario: son algo buscado, intencionado...La próxima "etnia" a eliminar en Europa es la del funcionario. Y no es broma.
Un saludo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Xibeliuss, Nikkita

Gracias por vuestro comentario... como digo hay que tratar de cerrar heridas.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Cayetano,

Pues también tienes razón, el hombre o la humanidad no aprende y tropezará siempre en las mismas piedras. Quizá nos debamos contentarnos en no añadir nuevas ofensas a las antiguas... ya que movidas seguirán ocurriendo...

Annick dijo...

Que bien nos lo cuenta todo , Jose Luis .
No supe de la Historia de los armenios hasta que hace bastante tiempo conto la historia de su familia Charles Aznavour ( que es armenio nacionalizado francés ) .
Se ignoro durante mucho tiempo lo que pasaba con este pueblo etnico.Como muchos otros europeos que teníamos al lado .
Una verguenza!!!

Besos desde Málaga.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Annick,

Efectivamente no tenemos que irnos muy lejos para encontrarnos con injusticias de este calibre....

La Dame Masquée dijo...

El genocidio de armenios fue terrible, en efecto. Tambien otras minorias lo pasaron muy mal, como usted señala. Tengo un amigo arameo cuya familia vivió un autentico drama.

feliz tarde, monsieur

Bisous

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Dama,

Bajo regímenes así de totalitarios y con una carga racial tan importante las minorías son siempre los chivos expiatorios para todo... es una pena pero así ha sido siempre ¿se podrá cambiar algún día?

Ccasconm dijo...

La verdad es que la Humanidad no aprende, porque el exterminio de los pueblos aún continúa. Y si no, miremos a África, un continente envuelto en guerras, masacres e injusticias y todo ello causado por nuestras ansias imperialistas.

Y, como siempre, la versión de los hechos la dan siempre los exterminadores, quienes imponen el silencio a través de la violencia. Ver, oir y callar. ¿Podemos permitir esto?

Un saludo

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Carmen,

tienes toda la razón no podemos permitir esto... y puesto que no tenemos poder ejecutivo hemos de, al menos, denunciarlo.

Un saludo,