Abu 'Amir Muhammad ben Abi 'Amir al-Ma'afirí, autoapodado Al-Mansur "El Victorioso". Es sin duda uno de los grandes personajes de la historia de España, por lo que bien merece un par de entradas en este blog. Es conocida su fama como guerrero del Islam y azote de cristianos. Pero a lo largo de estas entradas espero desentrañar que esto no fue exactamente así, ya que Almanzor luchó contra musulmanes tanto o más que contra cristianos, esto nos podría llevar a pensar que se trató de un hombre de estado al estilo del cardenal Richelieu, que luchó tanto contra católicos como protestantes según interesara a Francia en cada momento, pero no parece que sea este el caso, ya que las acciones de Almanzor nos indican que buscaba más su bien personal que el de su país o su soberano.
Almanzor nació en el 938 en la comarca de Algeciras, en el seno de una familia de origen yemení, establecida en la zona desde los tiempos de la invasión.
Siendo aún muy joven se trasladó a Córdoba para realizar sus estudios de Derecho y Letras, en la capital califal inició su carrera pública como memoralista y escribano del cadí de la capital. Pero el gran salto político lo dio de la mano de, la vascona Subh, la favorita del califa, de la que parece que además fue amante. Estas buenas relaciones le hicieron ascender al puesto de tesorero del califa y director de la ceca, corría el año 968 y Almanzor contaba con 30 años. A la muerte del príncipe heredero se le nombra administrador del nuevo príncipe Hisham. Y es aquí cuando empieza a engordar su patrimonio, al tener libre acceso a las arcas reales. A pesar de ser denunciado por corrupción, no solo consiguió maquillar las cuentas y salir indemne, sino que salió beneficiado al serle concedido además de una disculpa pública, el mando de la policía.
Cuando fallece el califa, el joven príncipe cuenta con 12 años, por lo que no se le capacita para gobernar, surgen entonces dos corrientes enfrentadas, por un lado los partidarios de nombrar nuevo califa al hermando del difunto soberano y los partidarios de nombrar una regencia en manos de al-Mushafi. Almanzor, se decanta por la segunda opción, y dada su conocida falta de escrúpulos, al-Mushafi le encarga la eliminación del pretendiente a califa. Almanzor cumple con su parte del trato, estrangulándolo ante sus mujeres para posteriormente colgarlo de una viga y simular un suicidio.
Gracias a sus servicios al-Musafi fue nombrado hayib y Almanzor visir. Pero ya el ansia de poder de Almanzor estaba desatada, por lo que controlada la administración civil, sus siguientes pasos fueron la religión y el ejército, el primer punto lo logró con la quema de todas las obras ajenas al Islam de la biblioteca de Córdoba. Para conseguir el apoyo militar se ganó la confianza del generalísimo Galib, participando con el en varias campañas y terminar casándose con la hija de este, Asma.
Gracias a una política demagógica y populista fue ganando apoyos en todos los ámbitos no solo de poder, sino también en la calle, hecho aprovechado para dar en el 978 un golpe de estado, expulsar a al-Mushafi y convertirse en hayib. Al año siguiente consiguió aparecer como abortador de un complot contra el príncipe, por lo que añadió un nuevo título, el de Salvador de la Dinastía y Protector del Califa. Con este título trasladó la administración a su residencia personal, la suntuosa Medina Alzahira, lugar donde dos años después terminaría recluyendo al propio monarca en una jaula de oro, tras cederle este todos sus poderes.
Los que se le opusieron, con su suegro a la cabeza, fueron derrotados en la batalla de Torre Vicente, eso si, tuvo el detalle de enviar a su esposa la cabeza cercenada de su difunto padre, el hombre que en el fondo era un sentimental, es en este momento cuando adopta el titulo de Al-Mansur.
Una vez "descabezada" la oposición, vinieron las purgas de dignatarios molestos, tanto en la administración como en el ejército, institución esta última donde aumentó la presencia de contingentes de mercenarios extranjeros, fieles solo a su persona, pero odiados por la población local, lo que impedía que pudieran traicionarle.
Quedaba abierto el camino que forjaría la leyenda del gran Caudillo de Al-Andalus, y de eso tratará la siguiente entrada.
Quedaba abierto el camino que forjaría la leyenda del gran Caudillo de Al-Andalus, y de eso tratará la siguiente entrada.
16 comentarios:
Que bueno, monsieur, un personaje inquietante y de los que despierta mi curiosidad, por lo que me ha gustado mucho esta entrada y aguardo impaciente la proxima.
Por cierto, qué delicado, enviando la cabeza a su esposa. Un alma sensible!
Feliz dia
Bisous
El último gran Califa de Al- Andalus con quien la Mezquita de Córdoba adquirió un gran empuje. Cuando se murió todo empezó a irse al garete.
Un saludo.
"Salvador de la Dinastía", bonita forma de mostrar que al verdadero señor de al-Andalus, el califa Hixam II, lo tenía encerrado en "una jaula de oro" como tu mismo citas. Almanzor no era más que un advenedizo. Yo nunca he tragado a este personaje. Se que hay que ser lo más objetivo posible pero la destrucción de parte de la biblioteca de al-Hakam II, una de las más esplendorosas de la época, me parece algo imperdonable. Sin embargo hay que admitir su capacidad para hacer frente a una crisis cuyos primeros síntomas empezaban a intuirse tiempo atrás y que estallarán con la fitna que se produce tras su muerte. El califato Omeya de Córdoba está cerca de su ocaso...
Espero con impaciencia el siguiente entrada Jose Luis.
Un saludo!!
Dama...
Este hombre era todo delicadeza y lleno de buenas ideas....
saludos,
Cayetano...
Si se le puede considerar así, aunque se cuidó muy mucho de mantener las apariencias ya que la figura del califa seguía teniendo gran prestigio entre el pueblo...
Bragi...
Todo un figura y un trepa que diríamos ahora, pero tan fuerte fue su gobierno que tras de si solo podría sobrevenir el desastre...
"Cómetelo de vista"...no conocía esta forma tan especial de llegar al poder...aunque supongo que tampoco rara en aquellos tiempos inciertos...Muy curioso.
Por cierto José Luis, "te he visto" en el blog del Sr. Alcade "defendiéndote" a dos manos, menuda valentía. No hay mucha "variedad" por allí.
Saludos.
Un personaje marcado por la leyenda, el amor y el odio, las intrigas y el ansia de poder. Pronunciar su nombre era como mentar al diablo en los reinos cristianos.
No sé si habrás leído "El mozárabe" de Jesús Sánchez Adalid. Te lo recomiendo.
Un beso
Vaya! Yo, sin conocerlo en exceso, era de los que tenían una opinión más o menos buena de este mozo. Me has dejado intrigado. Espero la continuación.
Un saludo, José Luis
Paisano... En aquellos tiempos el poder se obtenía de cualquier modo y la justicia dejaba mucho que desear. Y aún en la España musulmana había más y mejores instituciones.
Y en lo del Facebook del alcalde, la verdad es que cuando tengo tiempo me gusta intervenir para dar un toque color.. rojillo ;) en serio, si se utiliza bien puede ser un punto de intercambio de ideas muy bueno, no me gustan los sitios en los que todo el mundo interviene para darse la razón los unos a los otros...
Saludos,
Carmen... me apunto el libro... en la siguiente entrada ya os pondré como registraron las crónicas cristianas su muerte... la verdad es que no le tenían en mucha estima.
Xibeliuss... muchas veces la leyenda tapa la figura, y al Almanzor le pasa como al Cid, que bajo la capa de brillo hay muchas negruras...
Un personaje que despierta siempre mi curiosidad Jose Luis, aunque no le conozco mucho, y no tenía mala opinión de él.
Espero la continuación a ver si perdió el tambor en Calatañazor :).
Buen fin de semana!.
Un tipo duro, sin duda, un antecedente de los caudillos que tanto han proliferado en nuestra historia.
Saludos.
Nikkita,
tus dudas han sido resueltas... ;)
Saludos,
Juan... madréee si será por caudillos y generalísmos.... tenemos para dar y vender...
Publicar un comentario