jueves, 2 de abril de 2009

Los Consejos de Guerra de Franco. Cuarta Parte

Esta cuarta entrega, y última de esta serie, la dedicaré al consejo de guerra contra el dirigente comunista Julián Grimau, que se celebró en 1963, y a la repercusión internacional que dicho proceso tuvo.

Julián Grimau fue detenido en noviembre de 1962 en Madrid, delatado por un tal "Lara", y conducido a las dependencias de la Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol (actual sede de la Comunidad de Madrid) donde según contó a su abogado fue interrogado, torturado y arrojado desde una ventana, lo que le supuso la fractura de ambas muñecas (iba esposado con las manos delante) y un traumatismo craneal, la versión oficial de este incidente la proporcionó Manuel Fraga, Ministro de Información, y fue que "Grimau recibió un trato exquisito y en un momento de su interrogatorio se encaramó a una silla, abrió la ventana y se arrojó por ella de forma inexplicable y por voluntad propia", yo simplemente indico ambas versiones y que cada cual crea la que le convenza más.

Finalmente Grimau fue acusado de cometer torturas y asesinatos en una checa de Barcelona durante la Guerra Civil y en el ejercicio de su labor como policía también durante la contienda , estas acusaciones solo las he encontrado, fuera de las publicaciones de la época, en citas del libro "Los papeles reservados" del escritor, de trayectoria franquista, Emilio Romero Gómez, en la web Generalísimo Franco y en el libro autobiográfico de Jorge Semprúm. Es especialmente reseñable la cita de Semprúm, por entonces compañero de partido de Grimau, en el dice:

"Un día Fernando Claudín me enseñó un testimonio sobre Grimau recibido desde América Latina. Allí se exponía con bastante detalle la labor de Grimau en Barcelona, en la lucha contra los agentes de la Quinta Columna franquista, pero también contra el POUM...y no recuerdo exactamente los detalles de esta última faceta de la actividad de Grimau, que el testigo de América Latina reseñaba como si tal cosa, con pelos y señales. Sé que la participación de Grimau contra el POUM quedaba claramente establecida por aquel testimonio "

El Consejo de Guerra se celebró el 19 de Abril de 1963 y fue presidido por Enrique Eymar, el mismo que en el caso de Zoroa y Nuño, y el papel de ponente-fiscal lo interpretó Manuel Fenández Martín.

Ya hemos visto,en entradas anteriores, que ni Eymar ni Fernández Martín tenían formación ni legal ni judicial, el único en la sala con conocimientos legales era el abogado defensor, el capitán Alejandro Rebollo, que fue elegido por el acusado entre los estamentos militares. Rebollo se volcó en el proceso y trató de realizar su trabajo según se entiende que ha de ser un abogado defensor, tan bien lo hizo que esto le costó su carrera en España y el que en Praga se le pusiera su nombre a una calle.

Grimau no fue acusado de militancia clandestina (delito penado con prisión) sino por su trabajo como policía durante la guerra civil. Esa actividad era calificada como delito de rebelión militar. El problema era que aunque se probaran dichos actos, estos se habían realizado hacía más de 25 años y por tanto estaban prescritos según la ley, por lo que el tribunal debía probar que el delito había sido continuado, lo cual tampoco era posible ya que el acusado había residido durante 20 años en Francia. Los delitos de torturas no fueros probados, los testigos de la acusación declararon que conocían los crímenes "de oídas", es decir, no se presentó ningún testigo presencial de los hechos ni ninguna prueba material, lo único que se demostró era que Grimau había sido policía y su único delito continuado era que no había dejado de ser comunista, algo que el propio acusado reconoció.

Finalmente tras 5 horas de vista, sin deliberación y sin tener en cuenta el alegato del abogado defensor, el tribunal dictó la sentencia de muerte.

La vida de Grimau pasó a depender de la gracia del Consejo de Ministros, el cual estaba compuesto por 7 militares, 3 miembros del Opus Dei, 2 del Movimiento (entre ellos Manuel Fraga) y el resto eran tecnócratas sin filiación oficial, y de entre estos últimos surgió la mayor oposición a la ejecución personificada en el ministros de Asuntos Exteriores Fernando María de Castiella, dicho ministro argumentaba que la repercusión internacional del caso sería contraproducente, ya que el país se encontraba en plena fase del desarrollismo, del boom del turismo del "Spais is diferent", celebrando los 25 años de ¿PAZ?, etc. Este consejo de ministros duró 10 horas, y Franco quiso que se realizara una votación formal y explícita (es decir no secreta) en la cual nadie votó contra la pena.

También se da la circunstancia que el 5 de abril se había aprobado la creación del Tribunal de Orden Público, por lo que la causa contra Grimau tendría que haber pasado al nuevo tribunal dejando nulo por tanto el Consejo de Guerra, pero este hecho fue silenciado por el ministro de Información Manuel Fraga, ya que de haber sido juzgado por este tribunal la sentencia hubiera sido de prisión y no capital.

Tras la publicación de la sentencia, se produjo una reacción internacional contra la misma sin precedentes hasta la fecha, entre los jefes de estado que pidieron la conmuta de la pena destacan el presidente de Kennedy de EE.UU, la Reina de Inglaterra, el Papa Juan XXIII, el cardenal Montini (futuro Pablo VI) y Nikita Jruchchov, siendo esta la primera comunicación oficial entre un presidente soviético y Franco. Además de estas peticiones oficiales se desató una hola de manifestaciones ciudadanas por toda Europa y América, en la prensa de esos días se reflejan manifestaciones en Copenhague, Londres, Estocolmo, varias poblaciones francesas, ante la embajada española en la Santa Sede, Roma, Berna, Zurich, Bruselas, La Habana, etc, además de manifestaciones se produjeron acciones violentas, como lanzamiento de cócteles molotov contra las embajadas españolas de Panamá, México, Buenos Aires y Copenhague, también se dieron otras protestas como la de los trabajadores del puerto de Génova que durante tres días se negaron a descargar barcos con bandera española o la del equipo de futbol danés Staevnet que suspendió un partido amistoso contra el Real Madrid como protesta, obviamente la prensa española citaba estas manifestaciones como "antiespañolas". Mientras en España Franco una vez más atribuía todo a la manoseada "conspiración masónico-izquierdista con la clase política".

La impostura del régimen no terminó en el consejo de ministros, ya que el propio Fraga en una recepción en la embajada de Colombia aseguró a Joaquín Ruiz Jiménez y a José Jiménez de Parga que "no había que preocuparse, que no le iban a fusilar". Una hora después de esa conversación, el abogado Alejando Rebollo, fue citado urgentemente por que Grimau iba a ser fusilado.

El fusilamiento tampoco estuvo exento de polémica dentro del estamento militar ya que la ejecución le correspondía a la Guardia Civil pero sus mandos se negaron a hacerlo. El Capitán General de Madrid rehusó que el pelotón estuviera formado por militares de carrera, por lo que parece que el propio Franco dio la orden de que se formara con soldados de reemplazo.
Así es como en el cuartel madrileño de Campamento un grupo de jóvenes, asustados y sin experiencia dispararon a Grimau 27 balas sin lograr acabar con su vida. Fue el teniente que mandaba el pelotón el que acabó con el reo de dos tiros de gracia en la cabeza, siendo Julián Grimau la última víctima de la Guerra Civil.

Con esta entrada, como he dicho, doy por finalizada esta serie sobre los consejos de Guerra del Franquismo, por lo que solo me queda citar las fuentes de donde he obtenido la información:

  • Diario "El País" edición del 17/03/09
  • Diario "El Mundo", suplemento Crónica nº 467
  • Hemeroteca del diario "La Vanguardia", números del 20/04/1963, 23/04/1963, 24/04/1963, 10/01/1998, 22/07/2001 y 01/09/2002,
  • Wikipedia
  • El blog de Santiago González (elmundo.es)
  • Página Generalísmo Francisco Franco, www.generalisimofranco.com/
  • Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores, www.sbhac.net
  • Página www.artehistoria.jcyl.es de la Junta de Castilla y León
  • Hemerotéca Histórica del Ministerio de Cultura

4 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Hombre pues lo de arrojarse por la ventana, un poco extraño que se queden mirando como abre la ventana, se sube a la silla y se tira, asi sin impedirselo. Y si es que realmente alguien prefiere tirarse por una ventana, bonito habia de ser el trato que estaba recibiendo.
Se elija la version que se elija, no salen muy bien librados.

Bisous

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Querida Dama,
opino como usted, a mi no me gustaría verme en un interrogatorio de esas características...

Juan dijo...

MUY BUENA ENTRADA, NEUTRAL Y OBJETIVA. DESDE LUEGO YO NO SOY TAN NEUTRAL Y, DESDE LUEGO, ME PRODUCE ASCO Y ANIMADVERSIÓN LA FIGURA DEL MÁXIMO RESPONSABLE DE AQUÈL RÈGIMEN FASCISTA Y QUE PRACTICÓ SISTEMÁTICAMENTE EL CRIMEN Y EL TERRORISMO DE ESTADO COMO SE VE EN ESTE PROCESO. DESDE LUEGO NO SERIA EL ÙLTIMO: SE ME VIENE A LA CABEZA EL CASO DE VICTOR RUANO EN 1969 Y EL DE SALVADOR SEGUÌ EN 1974, EL PROCESO DE BURGOS O LOS FUSILAMIENTOS DE SEPTIEMBRE DE 1975. EL DICTADOR EMPEZÓ MATANDO EN 1936 Y TERMINÒ MATANDO. ESPERREMOS QEU LA HISTORIA NO SE REPITA NUNCA JAMÀS.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

En mis entradas trato de ser lo más neutral posible, sobre todo en temas recientes, aunque creo que a lo largo de estas 4 entradas ha quedado claro mi punto de vista.
Por otro lado cuando digo que Grimau fue la última víctima de la Guerra no me refiero a que fue la última víctima del franquismo, sino que fue la última ejecución basada en hechos ocurridos, o supuestamente ocurridos, durante la contienda.