ProlegómenosAnimada por los éxitos de
Talavera de la Reina (27-28 de Julio de 1809) de
Tamames (18 de Octubre de 1809) la
Junta Central decide nada más y nada menos que la conquista de
Madrid y con ello asestar un golpe definitivo para la reconquista de la nación.
Para ello deja en
Extremadura un ejército de 12000 soldados a fin de contener a
Soult (que bajaba procedente de Galicia) y con el resto de las tropas disponibles forma otro, al que se une el de La Mancha.
Sin duda es este el ejército más importante que se ha logrado reunir durante el tiempo que dura y ha de durar la guerra. Lo forman 52000 hombres de los cuales 5700 son jinetes y dispone de 55 piezas de artillería. La Junta confió el mando al general
Don Francisco de Eguia, pero este no estuvo a la altura que de él se esperaba y sin enfrentarse en combate serio con el enemigo se repliega sobre
Sierra Morena y pide nuevos refuerzos.
La Junta, indignada le destituye y entrega el mando a
Don Juan Carlos de Areizaga, quien a las órdenes de
Blake se había distinguido en los frentes de
Aragón y tenía fama de valiente.
La actuación de
Areizaga en esta batalla e incluso su capacidad militar esta juzgada de forma muy desigual, pues mientras
Pérez Galdós en su
Episodio Nacional "Gerona" dice de el que
“era hombre nulo en el arte de la guerra y en cuya cabeza no cabían tres docenas de hombres” . Para el
Marqués de Lozoya era un militar valeroso e inteligente, pero que como siempre disponía de tropas reclutadas deprisa, mal armadas y apenas instruidas y pasando por la opinión de
Ramón Menendez Pidal que es de los que opinan que Areizaga, aunque de valor indiscutible solo poseía experiencia en el mando divisionario.
Parece ser por tanto, que pese a su valor reconocido
Areizaga (que sería derrotado de nuevo por los franceses en la defensa de
Andalucía el 20 de enero de 1810) no estuvo a la altura de lo que se pedía de él, y es difícil compartir la opinión del
Marqués de Lozoya, pues dispuso de un numeroso ejército formado por soldados que en muchos casos aportaban experiencia de casi dos años de guerra.
El día 3 de noviembre de 1809,
Areizaga abre la marcha. Las únicas posibilidades que tenía el ejército español en aquel intento de conquista de
Madrid, era atacar enérgicamente a los grupos dispersos del ejército francés sin darles la oportunidad para que se concentrasen. Era imprescindible para esto recurrir a la sorpresa.
En un principio las cosas van bien y se obtienen algunos éxitos en
Dosbarrios y
Ocaña obligando a las tropas francesas a replegarse al otro lado del
Tajo. De esta manera el grueso del ejército llega el día 8 de Noviembre a
La Guardia a 30 Km. de
Aranjuez.
La división que manda el general
Don Luis Lacy cruza el Tajo el día 12 por las proximidades de
Villamanrique, pero
Areizaga indeciso no le sigue por lo que
Lacy se ve obligado a retroceder.
La indecisión de
Areizaga parece ser que se debe a que llueve torrencialmente y el general decide esperar a que pase la tormenta. Pero la tormenta dura tres días y en ese tiempo, las tropas francesas hasta entonces confiadas comienzan a tomar medidas de precaución y defensa.
Los tres días que permanecen los españoles detenidos en
La Guardia son fatales pues como he dicho antes, son aprovechados por los franceses para ponerse en movimiento.
El
Mariscal Soult, que ha sustituido a
Jourdan al frente del Estado Mayor del
Rey José aprovecha estos días que le regala
Areizaga para situar en la zona de
Talavera a su 2º cuerpo de ejército al mando de
Heudelet, para oponerse a los
Duques de Alburquerque y del Parque que operan en
Extremadura y Salamanca respectivamente y evitar que en caso de necesidad puedan acudir en ayuda de
Areizaga.
Por otra parte sitúa en la línea de
Toledo a
Aranjuez las tropas de
Mortiner, Victor y Sebastiani dispuestas para cruzar el Tajo por el
Real Sitio.
Ante esto el general Areizaga, decide abandonar el proyecto de llegar a Madrid, y cruzar de nuevo el río, ante el temor de que le pudieran cortar la retirada. El ejército francés en una operación paralela cruza el río por
Aranjuez.
El primer choque se efectúa el día 18 de Noviembre en la villa de
Ontígola, y aunque los españoles llevan la peor parte, muere el general francés
Paris.
La caballería española en apurada situación se retira hacia
Ocaña buscando el amparo de la infantería.
La norma más elemental de estrategia al enfrentarse con las tropas de
Napoleón, era la de evitar la llanura, donde la caballería imperial era poco menos que invencible, pero Areizaga no tenía ya otra posibilidad que la de dar la batalla aquí, donde el terreno no cuenta con obstáculos naturales solo el pequeño barranco que hay a la entrada del pueblo por su parte oriental, a esta situación le había llevado el
Duque de Dalmacia que había planteado con un gran sentido estratégico la operación.
Día 19 de Noviembre de 1809Puestos en contacto los dos ejércitos
Areizaga distribuye sus tropas en doble fila al lado de
Ocaña, encargando a
Lacy la protección de las líneas ante la posibilidad de un ataque rápido de la caballería.
Soult confió la cabeza de la columna de ataque al general
Leval que llevaba a polacos y alemanes, apoyados por los regimientos de
Werle. Situó en el centro al general
Dessole con el encargo de hacer fuego por encima del barranco y entretener a los españoles por su frente mientras que la caballería de
Sebastiani debía moverse por la izquierda para cruzar entre
Noblejas y Ocaña y caer sobre los españoles bombardeados por los 30 cañones que el general
Senarmott haría disparar desde un suave montículo, batiendo nuestra infantería y la artillería establecida entre sus claros.
Las tropas españolas se defendían bien al principio. El centro no solo rechazó el ataque frontal de las divisiones de
Leval y Werle si no que los arrojó más allá de su punto de partida.
Nuestra ala derecha a pesar de resistir heroicamente, no pudo con el movimiento realizado por la caballería de
Sebastiani obligando a los regimientos que la formaban a duro combate en la parte situada entre
Noblejas y Ocaña.
Al advertirlo
Soult ordena que
Girad entre inmediatamente en acción pasando por entre los intervalos de nuestra vanguardia.Este general realiza el movimiento con gran destreza hallando fiera oposición en las divisiones de
Vigodet y Copons que ante el fuego que cae sobre ellos empiezan a retroceder a pesar de los esfuerzos de
Girón y Lacy por frenar a los fugitivos.
Lacy arrebata a uno de ellos la bandera del regimiento de
Burgos, y seguido de algunos valientes se abre paso al arma blanca, logrando apoderarse de una batería francesa e hiriendo gravemente incluso al general
Leval.
Según algunas opiniones que citan a testigos presenciales, si en aquellos momentos
Areizaga hubiese ordenado el avance de nuestra caballería o de las divisiones de
Zayas y Rivas, en posiciones de reserva y compuestas de tropas selectas y mandadas por generales de valor reconocido, hubiera podido, si no cambiar el rumbo de la batalla, si al menos evitar una derrota tan manifiesta y demoledora.
El general
Dessoles que observa, atraviesa el barranco y entra en el pueblo mientras
Sebastiani y su caballería siembra el desconcierto entre nuestras tropas.
Zayas recibe orden de atacar pero una contraorden le hace volver a su posición de reserva, constituyendo el único que podía ya oponer resistencia, pero comprendió que era imposible sostenerse ante un enemigo que avanzaba lentamente con el apoyo de sus cañones, la villa tomada, su izquierda y derecha en peligro y sin más instrucciones de Areizaga que una amplia libertad
“para que obrase según como conviniera a las circunstancias” se decidió oído el consejo de otros generales por una lenta retirada hacia
Dosbarrios.
Las órdenes de Areizaga que dirigió las operaciones desde la torre de una iglesia de
Ocaña (posiblemente la de
San Pedro que estaba situada junto a la plaza Mayor, justo a espaldas de lo que hoy es el ayuntamiento) fueron siempre confusas y contradictorias, fruto en todo momento de la improvisación.
Baste decir que ni siquiera señaló punto de retirada, si muchos de los soldados dispersos tomaron el camino de
Sierra Morena no fue, por que así se lo indicaran, sino simplemente por que era el punto del que partieron.
Gráfico de los principales movimientos durante la batalla, en rojo los movimientos de tropas francesas y en azul las españolas :
(pinchar para ampliar)